La política de buen trato está en nuestra forma de hacer, en nuestro ADN, pero las leyes ahora vigentes quieren reforzarla para que los niños, las niñas y adolescentes tengan una protección total. En este sentido, aportan algunas novedades y, sobre todo, un importante cambio de paradigma (el siguiente vídeo puede ser visto por las y los profesionales de la red Gaztematika en la intranet de la red. Más vídeos en recursos).
Los niños, niñas y adolescentes son titulares de los derechos y libertades reconocidos por los tratados internacionales. Por tanto, estamos obligados a poner sus derechos y bienestar en el centro de nuestras decisiones e intervenciones; no sólo merecen protección.
En este sentido, la propuesta de ocio educativo parte desde el punto de vista de los derechos de la infancia y la adolescencia.
Es una de las novedades más importantes que contempla la ley. Incluye todos los puntos relativos a la violencia: desde la sensibilización, la prevención y la identificación, hasta el tratamiento y reparación del daño. Y establece medidas para diferentes ámbitos (familia, educación, deporte y ocio, digital, intervención social, sistema de protección, salud...).
El carácter integral de la ley también se percibe en una idea en la que se hace incapié una y otra vez: para garantizar los derechos de la infancia y la adolescencia y protegerla frente a la violencia es absolutamente necesaria la participación de todas las personas, también la suya. Por ello, se les ofrecerá una educación que les proporcione recursos para su propia protección; hablamos de promoción. Asimismo, se hace un llamamiento a todos los sujetos obligados a garantizar la protección del o de la menor: no sólo a la familia y a la administración, sino también a los y las profesionales que trabajan con y para infancia, a la sociedad civil y a las empresas del sector, con un claro enfoque preventivo y pedagógico, haciendo de todos y todas parte de la solución.
En este sentido, está prevista la creación de una estrategia integral para coordinar las actuaciones que deberán poner en marcha las distintas administraciones y para establecer una protección sistémica interdepartamental, intersectorial e interinstitucional.
(Artículo 128. Ley 2/2024, de 15 de febrero, de infancia y adolescencia)
“Si atendemos a la víctima, llegamos tarde. En los casos de violencia tenemos que intervenir antes de que ocurran”
La protección integral basada en los derechos de la infancia y la adolescencia tendrá diferentes ejes o líneas de actuación. Y con el nuevo paradigma cobran una importancia capital las intervenciones previas al desencadenamiento de la violencia, es decir, la promoción y la prevención, que corresponden precisamente a nuestro ámbito de trabajo.
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