El delegado de protección

 

Para el desarrollo de las actividades de ocio, las entidades, centros y organizaciones deberán designar una persona delegada de protección, y los niños, niñas y adolescentes podrán dirigirse a él/ella para expresar su malestar e inquietud o transmitirle la situación de violencia que han sufrido, visto o conocido.

Funciones

A la persona delegada de protección se le asignarán, al menos, las siguientes funciones:

 

Capacidades

  • Saber aplicar los protocolos de actuación adoptados por las administraciones públicas vascas en el ámbito del ocio educativo.
  • Ser un referente para los niños, niñas y adolescentes, así como para sus familias.
  • Ser una persona cercana, generadora de confianza y con capacidad de comunicación.
  • Tener experiencia en la cultura organizativa de la organización.
  • Conocimiento y compromiso con los derechos de la infancia y la adolescencia.
  • Ser capaz de coordinarse con otras instituciones/entidades.
  • Fomentar la cultura del buen trato en la organización.

Además, la organización debe asegurarse de que la persona delegada de protección dispone de tiempo, espacios y capacidad para dinamizar el diseño de entornos seguros en la organización y actuar en casos de violencia.