En cuanto a su forma los documentos notariales aparecen casi siempre agrupados en protocolos, que no es sino la agrupación de todas las escrituras pasadas ante un escribano en un año, aunque, por extensión, se considera habitualmente protocolo a cualquier agrupación de escrituras ordenadas cronológicamente en un volumen, independientemente del período de tiempo que abarcan las escrituras. Ver cómo son físicamente los protocolos.
Dentro de cada protocolo se encuentran las escrituras notariales, una detrás de otra sin guardar más relación de contenido entre sí que la de haber sido pasadas, escritas, ante un mismo notario o escribano. Existen muchos tipos de escrituras notariales, veámoslo.
En este apartado pretendemos que pueda usted conocer someramente los tipos de escrituras notariales que se conservan. Cada una de las escrituras notariales es el reflejo de un negocio jurídico, un acto en el cual intervienen una o varias personas que requieren de la presencia del notario – escribano para que quede una pública constancia de ello. Por eso se denomina fe pública a la función que notarios y escribanos han ejercido a lo largo del tiempo.
Son múltiples los tipos actos jurídicos que a lo largo del tiempo han sido hechos ante los notarios, algunos de ellos han desaparecido porque la sociedad no los necesitaba, otros casi no han modificado su forma entre el siglo XV y la actualidad. Podemos clasificarlos como:
1. Documentos relativos a la personas como son las escrituras de tutela o curaduría, las escrituras de perdón o quitamiento, o las muy abundantes escrituras de poder.
2. Documentos relacionados con el régimen matrimonial: las capitulaciones matrimoniales, las escrituras de dote o las de consentimiento matrimonial.
3. Documentos sobre bienes, propiedad y derechos reales. Las escrituras de arrendamiento, cesión de bienes, las escrituras de concierto o transacción, las fianzas, las escrituras de constitución de sociedades, las cartas de pago, o las cartas de venta, etc. Estas escrituras constituyen un apartado muy importante en el conjunto de las escrituras notariales que conservamos.
4. Documentos sobre obligaciones y préstamos. Entre ellas destaca la obligación.
5. Documentos sobre sucesiones. El testamento, el codicilo, la donación o las escrituras de fundación de vínculos o mayorazgos son documentos básicos para cualquier investigación de carácter genealógico, económico o social en general.
6. Otros muchos tipos de documentos de entre los que citamos por su interés las escrituras de fletamiento, las fundaciones piadosas, los contratos de ejecución de obra – tan importantes para el estudio de la historia del arte -, o los contratos de aprendizaje son objeto de muchas investigaciones.