La exposición ‘El ojo de la aguja – 1936 niños y niñas de la guerra’ inicia su andadura en Arrasate

La Diputación Foral de Gipuzkoa e Intxorta 1937 Kultur Elkartea junto a la profesora Mónica Jato han presentado hoy la exposición, que pone el broche al estudio que comenzó en 2021 con el objetivo de identificar y recuperar la memoria de los niños y niñas de la guerra. · La exposición se inaugurará el 19 de septiembre en ‘Kulturate’ de Arrasate y estará abierta al público hasta el 12 de octubre.

Foto de 
 La exposición ‘El ojo de la aguja – 1936 niños y niñas de la guerra’ inicia su andadura en Arrasate

La Diputación Foral de Gipuzkoa, junto con la Asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea y la profesora de la Universidad de Birmingham Mónica Jato, ha presentado hoy la exposición "El ojo de la aguja – 1936 Niños y niñas de la guerra". Esta muestra se llevará a cabo en la Casa de Cultura 'Kulturate' de Arrasate del 19 de septiembre al 12 de octubre. La inauguración oficial, programada para el 19 de septiembre, a las 18:00 horas, está reservada para familiares y personas allegadas. A partir del 20 de septiembre se abrirá al público general.

En la presentación de hoy han participado el director foral de Derechos Humanos y Cultura Democrática, Ion Gambra, la representante de la Asociación Cultural Intxorta 1937 Julia Monge, y la profesora de la Universidad de Birmingham, coordinadora del equipo Memory as Transgenerational Care y comisaria de la exposición Mónica Jato.

Una nueva perspectiva

Ion Gambra ha subrayado que esta exposición cierra un proceso de reconstrucción de la memoria histórica de los niños y niñas que vivieron la guerra, proporcionando un reconocimiento fundamental al sufrimiento que padecieron: “ahora, a través de esta exposición, las y los guipuzcoanos tienen la oportunidad de ver y comprender de manera más cercana la realidad que vivieron estas personas. La muestra no solo busca recordar, sino también educar y sensibilizar al público sobre las dificultades y el sufrimiento que enfrentaron estos menores en su huida, brindando un testimonio visual y emotivo de su historia”. Asimismo, ha destacado la importancia de la memoria como un valor necesario para construir una cultura democrática basada en el respeto mutuo y la convivencia pacífica, evitando así repetir los errores del pasado. En este sentido, el director foral ha destacado que esta exposición, que se enmarca en un proyecto de memoria histórica iniciado hace tres años, refleja el compromiso de la Diputación de Gipuzkoa con la recuperación de las identidades e historias de los niños y niñas guipuzcoanos afectados por la guerra., “busca garantizar que su legado y sacrificio sean recordados por las futuras generaciones”.

 

 

Otra forma de observar e interactuar con el pasado

Por su parte, Julia Monge ha subrayado que la asociación Intxorta 1937 Kultur Elkartea ha dado un paso más en su búsqueda de ‘Verdad, Justicia y Reparación’, y esta vez lo ha hecho en colaboración con BCA’1937 UK-Euskadi (The Association for the UK Basque Children) y Mónica Jato, profesora de la Universidad de Birmingham (UK) y miembro del equipo Memory as Transgenerational Care (La memoria como cuidado transgeneracional). “La artista Judith Martínez Estrada aporta una nueva visión de todo aquello que hemos ido recogiendo a lo largo de nuestra trayectoria y nos ofrece otra forma de observar e interaccionar con nuestro pasado”, afirma Monge.

Tanto el catálogo como la exposición presentan -además de la contextualización histórica escrita por Josu Chueca Intxusta- fotografías, testimonios, documentos y objetos que restauran identidades y recuerdos. Todo lo que aquí se muestra es el resultado de un largo proceso de recuperación de esas memorias y experiencias de vida narradas por sus protagonistas.

La cultura del exilio y su condición

Mónica Jato, por su parte, ha expresado que la exposición El ojo de la aguja explora la memoria de las niñas y niños vascos que fueron evacuados en 1937 durante la resistencia al golpe militar de 1936. “Supone la culminación de una serie de talleres realizados en Arrasate el 11 de septiembre de 2023 con miembros de la primera y segunda generación. El hilo conductor de estos encuentros fueron las interrelaciones entre la memoria y el cuidado. En nuestros talleres, las personas que vivieron este exilio en primera persona y sus descendientes comparten historias familiares, asegurándose de que no se pierdan en el tiempo” ha finalizado.

Esta exposición también muestra el trabajo realizado por la artista visual australiana Judith Martínez, donde se presenta una nueva perspectiva sobre la memoria histórica, utilizando fotografías, testimonios, documentos y objetos para restaurar identidades y recuerdos de los niños y niñas guipuzcoanos afectados por el exilio y los conflictos. Todo ello, a través de diferentes apartados, como: "La colmena del recuerdo", que simboliza el esfuerzo comunitario para mantener viva la memoria; "Los paisajes del desarraigo", que representan las experiencias de desplazamiento mediante paisajes digitales reimaginados, donde la artista busca generar empatía y comprensión; o "El velo de la infancia", donde homenajea a las niñas y niños exiliados al Reino Unido en 1937, utilizando una instalación de vídeo y textiles para explorar las emociones y desafíos que enfrentaron, subrayando la importancia de escuchar y preservar estas historias como parte de nuestra memoria colectiva.

De este modo, Arrasate será la primera parada de esta muestra, que tendrá carácter itinerante, con la intención de que pueda ser visitada en diferentes localidades de Gipuzkoa.

 

 

Dos años de proceso

Este proyecto se inició en 2022 cuando la Asociación Intxorta 1937, con el apoyo de la Diputación Foral de Gipuzkoa, comenzó un estudio para identificar y recuperar la memoria de los "Niños y Niñas de la Guerra" guipuzcoanos. El objetivo ha sido recoger nombres, apellidos, fotografías y testimonios para completar una parte crucial de la memoria histórica del territorio. La iniciativa ha permitido identificar 56 municipios de Gipuzkoa como lugares de procedencia de estos menores, aunque existen 246 casos de los que no se tiene información completa.

La mayoría de los niños y niñas exiliados procedían de San Sebastián (3.681), Irún (1.590), Hondarribia (609) y Pasaia (571), aunque también se han registrado casos en otras localidades más pequeñas.

Además, el pasado año, Gipuzkoa rindió homenaje a estos "niños y niñas de la guerra" con un acto en el Kursaal de San Sebastián, en el que se honró la memoria de alrededor de 11.000 niños y niñas identificados, de los cuales cerca de un centenar aún viven. Durante el homenaje, se recordaron los momentos difíciles y el dolor del exilio infantil, un testimonio vivo de la historia y la memoria colectiva de Gipuzkoa.