La identificación de la producción vegetal en un sistema de certificación de calidad posibilita poder obtener un mayor valor añadido a cualquier producción agrícola.
Denominación de Origen Protegida (D.O.P.), es un tipo de indicación geográfica, aplicada a un producto alimenticio (generalmente de origen agrícola), cuya calidad y características se deben, fundamental y exclusivamente al medio geográfico en el que se produce, transforma, elabora y/o envasa. Lo distingue y protege de aquellos productos alimenticios similares, que se producen en otras regiones, y que reemplazan algunas etapas del proceso de elaboración original, por técnicas de industrialización, para su consumo en forma masiva, o cambian una de las materias primas por otra de similares características.
En Gipuzkoa tenemos tres productos amparados por Denominaciones de Origen Protegida, la sidra natural del País Vasco, el Txakoli de Getaria y el queso de Idiazabal. Las dos primeras son las que aquí nos conciernen:
El lábel de calidad marca la existencia de un producto potencialmente diferenciado que agregue un valor añadido al consumidor, que debe ser protegido y rentable.
Con este etiquetado identificativo, se busca encontrar un consumidor que permita establecer la producción en el mercado, que sitúa en el punto de venta una imagen común de la huerta guipuzcoana, tanto para garantizar el origen y la calidad. Esta etiqueta demostrará la certificación del cumplimiento de las especificaciones incluidas en el reglamento aprobado, con la participación directa del sector hortofrutícola.
Esta marca de calidad contará con el respaldo de un reglamento específicamente creado para la certificación de los productos vascos, que se identificarán con una etiqueta registrada como marca de garantía que complementará la propia marca de la productora.
Esta marca de calidad permitirá diferenciar estos productos vascos y contribuir al mantenimiento del caserío vinculado al territorio como forma de preservar nuestra identidad agrícola y cultural.
El organismo certificador del label de Calidad es HAZI.
El dulce de manzana es una conserva de fruta cocida en azúcar. Su composición y preparación es diferente de la jalea o confitura. Aunque la proporción de fruta y azúcar varía en función del tipo de dulce, del punto de maduración de la fruta y otros factores, el punto de partida habitual es que sea en proporción 1:1 en peso. Cuando la mezcla alcanza los 105 °C, el ácido y la pectina de la manzana reaccionan con el azúcar haciendo que al enfriarse quede sólida la mezcla.
El zumo de manzana es una bebida que suele ser manufacturada, envasada y comercializada a partir de la extracción mecánica de los jugos de la manzana. Es rico en vitamina C y boro. Puede ser natural o pasteurizada.
En Gipuzkoa tenemos productores de dulce de manzana y zumos de manzana elaborados y envasados con fruta propia, con una trayectoria reconocida por su calidad.
Por la tipología y singularidades de las explotaciones ubicadas en el medio rural guipuzcoano -pequeñas, familiares, en ocasiones aisladas, con pocos medios...-, la estrategia no se centra en el aumento de producción, sino en la mejora de su rentabilidad y autonomía de manera integrada e integral.
En este contexto de necesidad de diversificación de la economía rural, las producciones agroalimentarias locales se presentan como un importante vector de desarrollo, y especialmente, las actividades económicas que tienen que ver con la transformación y puesta en valor de estas producciones locales.
La situación de la economía de nuestros espacios rurales, su escasa capacidad de dinamismo empresarial, y quizás una excesiva dependencia del sector primario, nos obliga a enfocar su sostenimiento y desarrollo basándonos en actividades tanto sustitutivas como complementarias. En la necesidad de poner en marcha o rescatar actividades que, no tanto desde el punto de vista cuantitativo pero sí desde el cualitativo, pueden erigirse como sectores productivos dinámicos capaces de, en numerosos casos, frenar el deterioro social, cultural y económico de su entorno, y en otros, invertir dicho proceso, iniciando una nueva etapa de desarrollo local/ territorial bajo las fórmulas o principios de la multifuncionalidad, la sostenibilidad o el aprovechamiento coherente de los recursos endógenos.
En esa línea, la Diputación Foral de Gipuzkoa quiere impulsar proyectos de diversificación de la producción, así como su transformación para que, utilizando tecnología apropiada, sostenible y accesible genere mayor valor añadido dentro del proceso productivo.
Los mercados y ferias al aire libre son la primera expresión de comercio en Euskadi. Muchos de nuestros municipios, villas y pueblos surgieron precisamente como centro de reunión en torno a la compraventa de alimentos en una plaza. Este tipo de comercio ha llegado hasta nuestros días manteniendo su esencia tradicional: el encuentro directo entre la persona productora de un alimento y la persona que va a consumirlo.
En los últimos tiempos este tipo de mercados está viviendo un resurgimiento, gracias a que los consumidores valoran cada vez más y otorgan mayor confianza a los productos que le llegan directamente desde el productor.
Para asegurar el futuro de nuestros mercados y ferias locales es imprescindible la colaboración de las personas productoras y vendedoras que los componen y de las Administraciones, impulsando la mejora continua en la calidad y procedencia de los alimentos, su seguridad alimentaria, su presentación y calidad de servicio. Se debe velar por que estas actividades se desarrollen en un entorno apropiado, seguro y atractivo para los consumidores que se acercan hasta ellos buscando alimentos, pero también un ambiente y una experiencia de compra distinta.
Ferias agrícolas, ganaderas y pesqueras de Euskadi 2018