Lanbide

En la Edad Media, exceptuando las iglesias, el uso de la piedra era escaso en la mayoría de los edificios. La piedra fue cada vez más utilizada a partir del siglo XVII en la construcción debido a su seguridad y a su bajo precio. Y la construcción en piedra de edificios tan elegantes como eran las iglesias, los palacios, los ayuntamientos, etc. daba prestigio a sus propietarios. Gipuzkoa ha sido tierra de canteros, habiendo incluso ido a trabajar hasta el Escorial.

Entre las características de las casas vascas destacan dos: edificios sólidos y elegantes en calidad de formas y materiales, y escasa decoración. Y es que los escudos, tan abundantes en nuestro entorno, no son meramente decorativos, sino indicativos del origen noble de la familia. Sin embargo, el mimo y el trabajo en ellos puestos, y por lo tanto la cantidad dedicada, no ha sucedido de manera automática, ya que con ellos se pretendía transmitir a los visitantes el prestigio de la institución o familia. Ahora bien, el mimo y el trabajo puesto en ellos, y por tanto la cantidad de dinero dedicada, no se producía sin más, por azar, ya que a través de ellos se pretendía transmitir a los visitantes el prestigio de la institución o familia.

La piedra, por tanto, no es un mero material de construcción, sino también un medio de expresión artística Quizá en Gipuzkoa el edificio más emblemático en este sentido sea Arantzazu. Allí, las piedras nos recuerdan a las espinas, y los catorce apóstoles de Oteiza conforman un escudo. De esta forma se ha querido plasmar la unificación de la cultura vasca más tradicional y moderna.

La piedra, por tanto, no es un mero material constructivo, sino también un medio de expresión artística. Quizás en Gipuzkoa el edificio más emblemático en este sentido es Arantzazu. Allí las piedras recuerdan sus púas y los catorce apóstoles de Oteiza hacen de escudo, en el que se ha querido reflejar la unificación de la cultura tradicional vasca y la moderna.