Lanbide

Dos profesiones en una sola. ¿Es posible? De la carpintería, la alfarería, la siderurgia, del trabajo y la elaboración con otros metales (cada uno los suyos) y, en general, de todos aquellos oficios que giran en torno a una materia prima, surgen otros nuevos relacionados entre sí. Así, tenemos a los herreros, los herradores, lso cencerreros, los claveros, los cerrajeros... Pero, ¿pastelero y cerero? ¿Qué relación tienen? En este caso el nexo también es la propia materia prima, y por partida doble: por una parte, la miel producida por las abejas, y, por otra parte, la cera. En Euskadi, al menos, este doble oficio ha sido muy común. Además, en el siglo XVIII en Gipuzkoa a este doble oficio se le sumó el de chocolatero, ya que la Real Compañía Guipuzcoana de Caracas traía cacao. A pesar de que la Compañía acabó desapareciendo, la pasión por el chocolate ha pervivido hasta nuestros días.

A pesar de la industrialización de la repostería y la chocolatería, todavía hoy apreciamos los productos elaborados y vendidos en pequeños talleres y comercios. Uno de ellos es el de Mendaro, que viene del XIX.

Incluso en estos casos hay un pequeño patrimonio que pasa desapercibido con frecuencia. Y es que cada profesión necesita utensilios propios, y las pinzas para poder coger algo tan delicado como los pasteles, no son una excepción.

En estos tiempos en los que la cera ha sido sustituida por parafinas industriales, la familia Donezar de Pamplona es una de las pocas empresas familiares que quedan dedicadas a la fabricación de cera, y la única que realizar este oficio junto a la repostería: ¡y que así sea por muchos años más!