Atrás ORGYA
Por el momento, no revisten mayor gravedad en nuestro territorio los daños producidos por estos lepidópteros cuyas orugas son muy características, debido a sus vistosos colores y a sus pelos agrupados a modo de pinceles.
La oruga de Orgya gonostigma en primavera comienza a alimentarse de yemas y brotes tiernos; más tarde, crisalida en el manzano y a finales de mayo salen las mariposas. La hembra, que no tiene alas, hace la puesta de sus huevos en paquetes sobre las paredes de su propio capullo. A principio de verano, emergen las nuevas orugas que atacan en grupos a las hojas del árbol. Al finalizar el estío se cumple otra generación de adultos cuya descendencia pasa a sus refugios de invierno al pie de los árboles entre las hojas caídas.
O. antiqua, a diferencia de la anterior, tiene una sola generación al año permaneciendo todo el invierno en forma de huevo hasta primeros de mayo .
Las orugas, que viven de forma aislada, se alimentan de las hojas del manzano, aunque sin causar graves daños. Después de completar su desarrollo crisalidan en el interior de un capullo hasta que, en agosto, aparecen las primeras mariposas. Las hembras, que carecen prácticamente de alas, después de aparearse ponen sus huevos en las grietas de los árboles, permaneciendo así hasta el siguiente año.
Dada su escasa presencia no es necesario realizar ningún tipo de control. Sólo, en casos excepcionales se podría intervenir en dos momentos diferentes: uno para combatir las larvas de invierno aplicando un producto oleofosforado y otro, en verano, cuando el ataque es más intenso, empleando plaguicidas similares a los usados para controlar la carpocapsa o gusano de las manzanas.