Atrás PULGÓN LANIGERO
Este pulgón, frecuente en nuestros manzanales, causa daños importantes llegando a debilitar y deformar, notablemente, las partes leñosas del árbol.
El insecto es fácil de reconocer por la pelusa algodonosa que le cubre. Vive sobre ramas, cuellos o raíces provocando con sus picaduras la formación de tumores, voluminosos a veces, que dificultan la circulación de la savia.
Inverna en estado larvario en las rugosidades del tronco, chancros y, a veces, sobre las raíces gruesas en la proximidad del cuello. En primavera, las larvas evolucionan a hembras adultas sin alas que invaden los brotes y se multiplican por partenogénesis en sucesivas generaciones, hasta unas diez en todo el ciclo, formando nuevas colonias. En verano continúa la multiplicación, al tiempo que aparecen hembras aladas que contribuyen a dispersar la plaga a manzanales vecinos. En otoño aparecen las hembras que dan lugar a los individuos ápteros invernantes.
El control de la plaga es difícil y laborioso, debiendo conjugarse medidas preventivas y curativas. Así, se recomienda el empleo de plantones sanos y de variedades y patrones tolerantes:entre las variedades destaca la sensibilidad de Reina de Reinetas; entre los portainjertos M9 y M26 son sensibles; los Francos, medianamente sensibles; M7 poco sensible; M25, MM106 y MM111 ofrecen buena resistencia (consultar Cuadro de patrones del manzano) . Se recomienda, asimismo, la elección de suelos con buen drenaje y la destrucción de los ejemplares con invasiones intensas. Existe posibilidad de control natural de esta plaga por medio de un pequeño himenóptero beneficioso, Aphelinus mali, el cual puede llegar a reducir las poblaciones de pulgón lanígero a niveles pocos nocivos.