Atrás CIGARRERO O CECIDOMIA DE LA HOJA DEL MANZANO
En plantaciones adultas su incidencia es muy escasa; en viveros y plantaciones jóvenes puede llegar a causar daños a tener en cuenta.
El cigarrero es un díptero que ataca únicamente las hojas, sobre todo las de los brotes jóvenes, produciendo un enrollamiento y posterior desecación de las mismas.
El adulto alcanza un tamaño de entre 1,5 y 2,5 mm. de longitud; es de color parduzco con patas delgadas y muy largas, y con alas que sobrepasan en longitud al abdomen. De los huevos, color amarillo-naranja, salen las larvas, de forma algo aplanada, cuyo color varía del blanco-crema al naranja.
Inverna en estado de larva, generalmente en el suelo, envuelto en un capullo sedoso que recubre de tierra.
Pupa al final del invierno y para la primavera surge el adulto que hace su puesta en la base de las hojas de los brotes terminales que permanecen todavía enrollados.
A los pocos días nacen las larvas, que se introducen en los enrollamientos de las hojas, de las cuales se alimentan. Debido a ello, estas hojas se hipertrofian, los márgenes se vuelven rojizos y se van secando hasta que caen al suelo con la larva dentro.
Tiene entre tres y cuatro generaciones por año.
No es nececesario su control en nuestras plantaciones ya que el insecto está controlado, de manera natural, por la fauna auxiliar presente en los manzanales; es habitual observar la presencia de antocóridos en las colonias del cigarrero.