Sintomas y biología

Los síntomas en tronco y ramas pueden ser confundidos con los daños producidos por otros hongos patógenos como son Nectria gallìgena o Phomopsis mali, ya que se manifiestan en forma de chancros ligeramente deprimidos, de color marrón rojizo que, en ocasiones, quedan reducidos a pequeñas áreas, pero a veces evolucionan hasta alcanzar superficies de 0,5 m de largo. Hay ocasiones en que la enfermedad sólo produce rugosidades en la corteza, pero otras veces penetra hasta la madera, en cuyo caso el daño es mayor pudiendo llegar a producir la desecación de la rama.

En las hojas los síntomas se manifiestan por pequeños puntos de color púrpura que van engrosando a medida que avanza la enfermedad hasta formar manchas de unos 5 mm de diámetro de color oscuro y contorno púrpura.

En los frutos los primeros síntomas son unas manchas pardas que evolucionan muy lentamente hasta que el fruto está maduro y entonces se generan unas pudriciones que forman anillos concéntricos, alternando el color marrón claro con el oscuro casi negro, de contornos irregulares. Aparecen sobre la superficie del fruto unos puntos negros que son los picnidios del hongo. El fruto infectado permanece adherido al árbol totalmente momificado. Hay años que favorecen el desarrollo del hongo produciéndose mayores cantidades de infecciones en frutos.

Control

Normalmente no es necesario realizar ningún tipo de control específico. Es conveniente eliminar todo el material infectado.