Es una enfermedad relativamente común en manzano que afecta, casi en exclusiva, al fruto. En la actualidad se encuentra controlada por el empleo de fungicidas utilizados en la lucha contra el moteado.
Es la especie de ácaros más peligrosa, y también la más común, en Gipuzkoa; con mucha menor frecuencia, se observa, también, la presencia de Tetranychus urticae.
El grupo de las orugas de la piel está formado por un conjunto de pequeños lepidópteros pertenecientes a la familia de los Tortrícidos, cuya característica común es que las orugas roen la piel de los frutos con la consiguiente depreciación económica que ello produce. Las orugas de la piel pertenecen a géneros diversos como Archips, Cacoecia, Capua y Pandemis. Las que causan daños más preocupantes en nuestros manzanales son Capua reticulana y Pandemis heparana, y en ellas centramos nuestra atención.
Esta enfermedad muy común en Gipuzkoa, que se presenta sobre todo en plantaciones poco cuidadas, ataca las partes leñosas del manzano, especialmente a las ramas.
Insectos de este género aparecen algunas veces en nuestros manzanales, produciendo llamativos daños en brotes y frutos jóvenes; en viveros, especialmente, dichos daños pueden ser considerables.
Ambas enfermedades se dan, comúnmente, asociadas en el mismo fruto aunque cada una es causada por un patógeno diferente. Son enfermedades que se presentan a final de temporada afectando únicamente a la piel del fruto, por lo que no causan problemas en su conservación aunque sí en su comercialización.
Es la enfermedad de origen bacteriano que más daño causa al manzano, sobre todo en determinadas variedades sensibles. En los países de la U.E. es una enfermedad de cuarentena.
Los rayos del sol, al incidir directamente sobre los frutos del manzano, causan unas lesiones peculiares que, aunque en menor medida, pueden darse también en las partes herbáceas del árbol. El golpe de sol no está provocado tanto por una temperatura demasiado elevada como por un incremento brusco de la temperatura que hace que los sistemas fisiológicos del árbol no se puedan adaptar rápidamente a las nuevas condiciones. Esta situación se ve agravada si el árbol tiene escasez de agua.
Esta enfermedad, muy común en Gipuzkoa, está producida por Monilia laxa. Puede atacar ramas, flores y frutos del manzano. Existen otras especies de Monilia. Monilia fructicola no se ha detectado hasta el momento presente en nuestro entorno; es un patógeno a vigilar ya que es una enfermedad de cuarentena.
Esta especie de mosca, proveniente de Africa occidental, está muy extendida en toda la zona mediterránea, donde causa daños de consideración en los frutales. En nuestra zona tiene muy escasa incidencia; se ha constatado su presencia sólo en años de inviernos muy suaves seguidos de veranos muy calurosos.
Son orugas comunes en nuestros manzanales; pueden confundirse con las orugas de Capua, debido a su forma parecida y a que provocan el mismo tipo de daños.
Ha sido la enfermedad más importante de las causantes de podredumbre de frutos en postcosecha, llegando a provocar cuantiosas pérdidas económicas. Hoy en día, debido a la utilización de nuevas técnicas de conservación, su incidencia ha disminuido en gran medida.
Es una enfermedad común en manzano; está causada por un fitoplasma que se transmite a través de insectos vectores, concretamente a través de algunas especies de psilas y de cicadélidos. Tiene una incidencia de comportamiento cíclico; mientras unos años pasa desapercibida en otros causa graves daños produciendo a menudo grandes pérdidas de cosecha.
En Gipuzkoa es una enfermedad presente; su expansión durante los últimos años puede llegar a comprometer la viabilidad económica de algunas explotaciones.
Es una de las especies más perjudiciales para el cultivo del manzano, especialmente temible por los daños que ocasiona en primavera con sus picaduras, que llegan a arrugar y deformar las hojas y frutos jóvenes. Una escasa población activa en la época de floración puede determinar una importante depreciación de la cosecha.
Es una plaga extendida y abundante en algunas plantaciones de manzano descuidadas o viejas. Ataca a ramas y tronco y, más raramente, al fruto.
Es una enfermedad fúngica presente en nuestro territorio. Causa daños en tronco y ramas y afecta también a los frutos. Estos daños pueden llegar a ser de importancia en plantaciones jóvenes originando un debilitamiento general en el árbol.