Llamada de emergencia: 112
Si bien los incendios de vivienda han ido reduciéndose progresivamente, en Gipuzkoa se siguen produciendo alrededor de 500 incendios de viviendas cada año.
Las causas más habituales de los incendios que se producen en viviendas suelen tener origen eléctrico, fuentes de calor, estufas o chimeneas, cigarrillos y fósforos, cocinas, velas, etc.
Un fuego descontrolado puede llegar a destruir completamente una vivienda y poner en riesgo la vida de sus habitantes aunque afortunadamente la mayoría de los incendios se controlan o extinguen rápidamente en sus fases iniciales sin que estos lleguen a producir víctimas mortales o grandes daños materiales.
No obstante, una buena prevención basada en los pasos que se exponen a continuación te ayudará a evitar que tu hogar se vea involucrado en un incendio y se vuelva parte de estas estadísticas.
Es conveniente tener un detector de humo en cada habitación de la casa, por si ocurre un incendio. Asegúrate de que todos los detectores funcionen; para ello, revísalos una vez al mes y cámbiales las baterías una vez al año. Asimismo, instala detectores de monóxido de carbono en tu casa. Tal vez no necesites un detector de monóxido de carbono en cada habitación, pero sería conveniente tener al menos uno en cada planta de tu casa en los lugares donde hay algún electrodoméstico de combustión: cocina, chimenea, caldera...
Si tienes hijos, hazles saber que estas alarmas son dispositivos de seguridad importantes y que no deben manipularlas ni jugar con ellas.
Comprueba que la instalación eléctrica cumple la normativa vigente y tiene todas las medidas de seguridad necesarias para garantizar un correcto funcionamiento.
Asegúrate de que todos los aparatos y conexiones eléctricas tienen una conexión adecuada a tierra y si es necesario contrata a un electricista para realizar modificaciones en los circuitos eléctricos.
Asegúrate de que la instalación de gas y la caldera cumplen la normativa vigente y han pasado las revisiones establecidas.
Periódicamente comprueba que no existen acoplamientos sueltos, válvulas con fugas, llamas piloto que no funcionan y objetos inflamables que estén inadecuadamente guardados cerca de estas instalaciones.
Si notas olor a gas o compruebas que existe una fuga cierra inmediatamente el paso del gas, no enciendas ningún aparato eléctrico, abre las ventanas para ventilar la estancia, sal de casa y llama al 112.
Revisa los conductos de ventilación en los calentadores de agua a gas, calderas y secadores de ropa.
Mantén tu cocina y horno limpios y no dejes que se acumule la grasa, ya que esta puede ser causa de un incendio.
Revisa las campanas extractoras de ventilación de tu cocina y limpia los filtros. Si tu cocina tiene un sistema de ventilación externo, asegúrate de que ni los insectos ni las aves hagan nidos o impidan la circulación de aire a través del mismo.
Revisa los cables de tus electrodomésticos. Verifica que a los enchufes no les falte la puesta a tierra y que los aislantes en los cables estén en buen estado. Reemplaza o repara los cables si presentan defectos.
Las pelusas que se acumulan cerca del calentador de la secadora de ropa también pueden causar un incendio. Mantén limpio el filtro para pelusas y la rejilla de ventilación de tu secadora. Algunas secadoras tienen un sistema de conductos que a veces se atasca y es necesario destaparlo. Si tu secadora no funciona bien, será necesario que la hagas revisar.
Mantén cualquier material inflamable (cojines, cortinas, sofá,…) a una distancia prudencial (≥1 m) de una estufa o calefactor.
No es recomendable conectar los calefactores portátiles en alargadores eléctricos.
Coloca los calefactores portátiles lejos de las áreas donde la gente camina y siempre sobre superficies firmes. No debes ponerlos en mesas, sillas y otros objetos donde podrían volcarse.
Cuando un alargador se calienta demasiado genera mucho calor y puede ser origen de un incendio. No conectes un aparato de aire acondicionado u otros elementos que tengan mucho consumo a un alargador eléctrico para evitar sobrecalentamientos.
Mantén la gasolina, disolventes de pinturas y otros productos inflamables a una distancia prudencial de tu casa.
No guardes compuestos inflamables en un garaje o lavandería, especialmente si contienen aparatos que se encienden con una luz piloto. Ten cuidado y coloca estos líquidos al aire libre o en una construcción anexa y ventilada.
Todas las conexiones y elementos eléctricos con el paso del tiempo tienden a deteriorarse por el uso y en ocasiones mover muebles, caminar y otras actividades realizadas por las personas desgastan estos cables y pueden llegar a representar un riesgo de incendio.
Revísalas cada cierto tiempo y asegúrate de que no hay cables pelados y se encuentran en perfecto estado.
A menudo se conectan luces de navidad en estos alargadores y se mantienen encendidos durante mucho tiempo. Si piensas hacer lo mismo, asegúrate de usar tomas múltiples, alargadores y cables de buena calidad y revisarlos periódicamente.
Mantén controlados y supervisados los fuegos cuando cocines. Si vas a ausentarte de la cocina apaga todos los fuegos que tengas encendidos. Puedes volver a encenderlas cuando regreses. Así podrás prevenir la causa más frecuente de incendios en casa: dejar la comida cocinándose sin supervisión.
Cuando cocines con aceite, ten una tapa o una bandeja para horno a mano. Si ves llamas, puedes extinguir inmediatamente el fuego con la tapa y apagar la cocina para permitir que se enfríe. No muevas la bandeja ni uses agua. El agua, al sobrecalentarse, se volverá vapor y este puede causar quemaduras graves. Por otra parte, el aceite puede salpicarse y propagar las llamas.
No cocines cuando hayas bebido alcohol, consumido drogas o estés demasiado cansado ya que puedes quedarte dormido o puede verse alterada tu percepción o control de la situación, provocando algún accidente.
Si te sientes cansado y te acuestas en la cama o te tumbas en un sofá es probable que te quedes dormido mientras fumas. Una vez dormido es posible que dejes caer tu cigarrillo sobre la cama, el sofá o el suelo y esto pueda provocar un incendio.
Si estas fumando antes de acostarte asegúrate de apagar bien el cigarrillo en un cenicero o con agua y vete a dormir.
No dejes velas encendidas sin tu supervisión o control. Si necesitas salir de la estancia o ausentarte apaga el fuego, incluso si es por un momento. Puedes volverlo a encender cuando regreses.
Protege la llama con una jaula de alambre para evitar que algo caiga en la llama o la mueva. Esto además ayuda a que los niños y mascotas no se acerquen a la misma y los protegerá de posibles quemaduras.
Las luces de mala calidad pueden causar incendios cuando las colocas en los árboles de navidad. Además, los árboles que son de verdad pueden llegar a quemarse muy fácilmente cuando están viejos y secos.
Apaga las luces navideñas del árbol cuando no estés en casa y cuando vayas a dormir.
Después de fumar o usar fósforos asegúrate de que quedan bien apagados. Coloca las cerillas o cigarros bajo el agua para extinguir cualquier llama escondida que pueda causar un incendio en tu cubo de basura.
Cuando traigas un cachorro o una nueva mascota a casa debes tomar unas medidas de seguridad con ellos hasta que se habitúen a estar en casa y estés segura/o que no van a originar accidentes y se puedan producir incendios fortuitos provocados por su comportamiento.
Artículo “Como prevenir un incendio en casa” proporcionado por wikiHow bajo la licencia Creative Commons.