A lo largo de la historia, los habitantes de la costa y de las riberas de los ríos han utilizado la fuerza de sus brazos para propulsar embarcaciones a remo que permitieran utilizarlas tanto para las actividades pesqueras, como para el transporte marítimo y fluvial de personas y mercancías.
Algunos de estos usos de embarcaciones a remo tuvieron ya desde el principio un claro componente competitivo que propició que, cuando los avances técnicos hicieron que los pequeños navíos accionados a remo pedieran utilidad para la pesca y el transporte, mantuvieran en cambio su uso de carácter lúdico que, con el tiempo, convirtió al remo en disciplina deportiva.
Así, desde antiguo las chalupas, embarcaciones empleadas en la pesca ballenera en el Golfo de Vizcaya, competían entre sí por alcanzar la ballena en primer lugar, ya que la chalupa del que primero arponeaba al cetáceo obtenía mayor beneficio en el reparto de las ganancias. De igual modo, también se tiene constancia de que en el puerto guipuzcoano de Pasaia las lanchas de atoaje, es decir, aquellas pequeñas embarcaciones encargadas de remolcar a los buques a vela para permitir su entrada en el puerto, pugnaban entre ellas por llegar las primeras y así conseguir el servicio.
1809. Plano de los terrenos del amojonamiento de Lezo, Hondarribia y Pasaia en la que se observa una chalupa de atoaje. Autor: Errazquin (AHPG-GPAH 3/1725,A:139r).
En el caso del ámbito guipuzcoano, las primeras regatas que empezaron a celebrarse anualmente a modo de competición formalizada fueron las disputadas en la bahía de la Concha de San Sebastián bajo el nombre de Bandera de la Concha que tuvo su primera edición en 1879 y con el paso de los años lograría convertirse en la regata de traineras más prestigiosa del litoral cantábrico.
1853. Carta de la Société de régates de Bayonne para la organización de regatas en el Adur en agosto. (AD64. Fondo de la Cámara de Comercio de Bayona. 2 ETP 1/117).
Regatas internacionales en la Bahía de San Juan de Luz. Sin fecha. (AD64. Fondo municipal de San Juan de Luz. E dépôt Saint-Jean-de-Luz 3 R 3).
En la costa labortana la disputa de regatas está documentada en la segunda mitad del siglo XIX en distintos puntos del litoral como Biarritz o San Juan de Luz. Sin embargo, fue la fundación en 1875 de la Societé Nautique de Bayonne lo que convirtió a Bayona en uno de los principales lugares de celebración de regatas internacionales de traineras.
La popularización de las competiciones de traineras como práctica deportiva será tan temprana que ya a finales el siglo XIX se habían creado las primeras federaciones nacionales e internacionales del nuevo deporte.