El Alzheimer somos todas y todos
El Alzheimer somos todas y todos
Artículo de opinión de la diputada de Políticas Sociales, Maite Peña, publicado en "El Diario Vasco" el 4 de marzo de 2018
La guipuzcoana es ya una sociedad envejecida. Según datos del Eustat, las personas de 55 y más años (55+) constituyen actualmente el 35% de su población. Y las proyecciones para 2031 de este grupo 55+ indican que incrementará su porcentaje hasta el 46,5%, sobre una población total ligeramente superior, de 738.700 personas. Y para 2031, el 27% de esta población habrá superado el umbral de los 65 años, mientras que el 5%, unas 36.700 personas, tendrá más de 85 años.
Como consecuencia del envejecimiento progresivo del territorio, la población valorada algún grado de dependencia pasará de las 29.000 actuales a 39.000 personas en 2031. En ese sentido es importante subrayar que hoy en día enGipuzkoa un 8 % de las personas mayores de 65 años está afectado por el Alzheimer, lo que supondría un alcance de unas 12.000 personas con sus correspondientes familias alrededor. Y en el 2031 serán más de 24.000 personas; y 48.000 en el 2050.
Teniendo en cuenta todos estos indicadores, podemos concluir que el gran reto que como sociedad tenemos frente al envejecimiento de la población es la atención a las personas que padezcan deterioro cognitivo. Sin ir más lejos, este último año el 42% de las peticiones para ingresar en una residencia en Gipuzkoa han llegado de personas que tienen algún tipo de deterioro cognitivo.
Pero este reto de dimensiones mayúsculas supone también una oportunidad, una oportunidad para avanzar en un modelo de atención integral para las personas con deterioro cognitivo. Un modelo que parte del respeto a la persona, a su voluntad, una atención que no infantiliza a la persona enferma.
Conocemos que los cambios en el cerebro de una persona que puede padecer alzhéimer aparecen unos 25 años antes de que la enfermedad se desarrolle. Y está igualmente probado que los hábitos de vida saludables previenen o retardan la aparición de la enfermedad, ganando así años a la dependencia. Por lo tanto la prevención y la detección precoz deben ser protagonistas en nuestro modelo de atención.
No obstante, el Alzheimer, más que una enfermedad, es un problema de enorme magnitud que trasciende el ámbito sociosanitario e invade todos los órdenes de la sociedad. Su carácter transversal hace que sea imperativo concebir y articular su abordaje desde una perspectiva integral, que alcance con los mismos niveles de intensidad tanto al paciente como a la persona cuidadora familiar.
El Alzheimer y el resto de demencias son grandes desconocidas, que precisan de un abordaje integral y transversal. Sin embargo suele ser habitual ignorar y dar la espalda a aquello que se teme, como si desconocerlo te vacunase contra ello. Por eso es importante sensibilizar a la sociedad sobre lo que supone la enfermedad, evitando así el estigma social que lleva aparejado.
Recientemente, tuve la oportunidad de conocer como trabajaban en una residencia especializada en la atención a personas con Alzheimer en Bruselas. Siendo el objetivo que estas personas se sientan como en su casa, tuve la ocasión de aproximarme a lo que puede llegar a sentir una persona que padece Alzheimer. Nos sentaron en una silla de ruedas, nos vendaron los ojos y nos llevaron por el centro para realizar un paseo sensorial. Nos acariciaban, nos susurraban al oído, percibíamos el frío, el calor. Fue desde luego una experiencia emocional e instructiva.
Y es que el Alzheimer no es solo el paciente, sino también su familia, y su entorno. Y es responsabilidad de toda la sociedad ayudar a la persona que cuida, proporcionarle formación, en definitiva, acompañándole. Estos aspectos forman parte del modelo de atención que estamos impulsando desde la Diputación Foral de Gipuzkoa.
Tal y como señalaba al inicio, el envejecimiento de la población es un reto pero también es una oportunidad. Con esa premisa, desde la Diputación hemos diseñado una estrategia que apuesta por la investigación y la innovación tecnológica. Una hoja de ruta que pivota sobre un centro de referencia para el envejecimiento que estamos desarrollando dentro del programa Etorkizuna Eraikiz. Será un centro avanzado en la promoción, desarrollo y difusión de conocimientos, experiencias innovadoras y recursos para la intervención, tanto para la atención sociocomunitaria como en el ámbito residencial. La finalidad de este centro multirecursos será impulsar la mejora de la calidad de vida de las personas mayores con deterioro cognitivo grave (entre ellas personas con Alzheimer) así como la de su entorno familiar, proporcionando una atención integral a la persona y a su familia, en su entorno habitual, o residencial, promoviendo su autonomía y dignidad.
Y es que el Alzheimer puede borrar los recuerdos, pero no borra a la persona que ha sido, que es y que será. En ese sentido me parece muy acertado el lema de la asociación Afagi contra el Alzheimer: “Sigo siendo yo", que se centra en la persona y no en el enfermo. En la Diputación Foral de Gipuzkoa seguiremos trabajando con Osakidetza y todas esas entidades que tengan como objetivo mejorar la calidad de vida tanto de las personas con Alzheimer como la de sus familiares y amigos/as. Porque el Alzheimer somos todas y todos.
lEn la Diputación seguiremos trabajando con Osakidetza y todas esas entidades que tengan como objetivo mejorar la calidad de vida tanto de las personas con Alzheimer como la de sus familiares y amigos/as
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