Estrategia de Sostenibilidad Energetica de Gipuzkoa 2050
ESTRATEGIA DE SOSTENIBILIDAD ENERGÉTICA DE GIPUZKOA 2050
La Diputación Foral de Gipuzkoa está comprometida con la lucha contra el cambio climático y la sostenibilidad energética, y quiere seguir dando respuesta al llamamiento a las administraciones locales realizado en el Acuerdo de París (COP21-2015) para hacer frente al fenómeno climático en constante relación con su ciudadanía, con el fin de limitar el aumento de la temperatura media de la tierra —calentamiento global— a 1’5 °C, con respecto a los niveles preindustriales. El Acuerdo de Glasgow, adoptado por casi 200 países —entre ellos España— en la recientemente celebrada COP26, mantiene vivo dicho objetivo.
Este difícil y urgente reto está alineado, asimismo, con la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas (ODS 7-Energía Asequible y no contaminante, y ODS 13 - Acción por el clima) y de aquellos otros dispuestos en materia de cambio climático y energía en el marco político y normativo europeo, estatal y autonómico.
Por ello, mediante Decreto Foral 18/2018, de 29 de mayo, se aprobó la Estrategia Guipuzcoana de Lucha Contra el Cambio Climático 2050(Gipuzkoa Klima 2050), la cual está alineada con la estrategia autonómica y las disposiciones estatales y europeas. Gipuzkoa Klima 2050 dispone, entre otras muchas acciones, la elaboración de una estrategia de sostenibilidad energética para Gipuzkoa, esto es, una hoja de ruta para el impulso y coordinación de la acción en sostenibilidad energética en todos los sectores consumidores en el territorio.
Tras llevar a cabo la elaboración del documento de Estrategia de Sostenibilidad Energética de Gipuzkoa 2050 y el proceso de su tramitación administrativa, que ha incluido su evaluación ambiental estratégica, su evaluación de impacto de género y la realización de un proceso de deliberación participativa, el pasado 21 de diciembre de 2021, el Consejo de Gobierno Foral aprobó su texto definitivo.
El documento está plenamente alineado con las principales disposiciones europeas, estatales y autonómicas en materia de clima y energía, entre ellas, con el paquete de medidas “Energía limpia para todos los europeos”, también conocido como Paquete de Invierno, y con la Ley 4/2019, de 21 de febrero, de Sostenibilidad Energética de la Comunidad Autónoma Vasca, y su reglamento de desarrollo.
El documento establece y desarrolla un modelo energético para Gipuzkoa basado en la consideración de la energía como un bien básico y contempla como ejes la generación distribuida de energía en base a renovables para autoconsumo, la jerarquía de acción para un modelo de gestión energética eficiente y sostenible, el nuevo rol de los edificios y vehículos, el despliegue eficiente de las renovables unido al despliegue del autoconsumo, la descarbonización de nuestra actividad económica y la alianza de los agentes locales para hacer realidad el cambio.
Entre los objetivos estratégicos del documento se encuentra la reducción de las emisiones GEI con origen en el consumo de energía, prevenir la pobreza y vulnerabilidad energética y empoderar a la ciudadanía guipuzcoana para asumir su nuevo rol en el centro del sistema energético, impulsar el ahorro y la eficiencia energética para una gestión de la demanda energética sostenible, impulsar el aumento de la producción primaria de energía en Gipuzkoa a través del modelo de generación distribuida para autoconsumo en base a la utilización de las fuentes renovables, impulsar un sector público foral cero emisiones GEI energéticas y promover una gobernanza energética local basada en el multiliderazgo con la participación y el compromiso de todos los agentes locales, públicos y privados, y buscando la coordinación con otros órganos competentes.
Para el cumplimiento de los objetivos citados, la Estrategia cuenta con siete líneas de actuación que se desglosan en veintinueve acciones, incluyéndose una ficha descriptiva para cada una de ellas.
El horizonte temporal de aplicación y revisión de la acción de la Estrategia viene determinado por los escenarios de planificación internacional, europeo, estatal, autonómico y territorial en la materia. Dichos escenarios apuntan en sus objetivos máximos de neutralidad climática al año 2050, con objetivos intermedios de disminución de emisiones GEI, eficiencia energética, cuota de renovables, etc., en el año 2030.