Atrás SQUASH
Intenso y rápido, así es el squash. Si lo tuyo no es precisamente el gimnasio y prefieres algo más movido para ponerte en forma y quemar calorías, tal vez una raqueta y una pelota de caucho se conviertan en tus mejores aliadas. ¡Suelta todas tus tensiones dándole bien fuerte! Vas a salir nueva.
El squash es un deporte de raquetas; se practica en una pista cubierta rodeada de paredes y la pelota puede rebotar en todas las paredes. Normalmente actúan dos jugadoras 1x1 (en pista habitual pequeña), pero también se puede jugar por parejas (en pista especial más grande).
Los beneficios para la salud física y mental son drásticos, destacando mejoras en la resistencia cardiovascular, la agilidad y la concentración.
En sólo una hora de squash se realiza un trabajo cardiovascular intenso, se queman más de mil calorías, se fortalecen las piernas, se endurecen y levantan glúteos, y se tonifican brazos y abdominales.
Al ser tan rápido e intenso, la mente está siempre activa creando estrategia, tomando decisiones rápidas y eficientes para ganar puntos.
La coordinación juega un papel muy importante en este deporte debido a que el movimiento de ojos y manos es súper rápido; en el squash nunca puedes perder el ritmo, o te irás con una derrota en el set.
Los precios pueden variar dependiendo del tipo de pista y la zona donde se encuentre. De manera estimativa ten en cuenta estos costes medios:
En un sitio común, se te cobraría una cuota mensual de 30€ máximo.
El precio medio por hora de pista puede variar, dependiendo de si eres socia o no del club. La tarifa máxima por hora será de unos 8€.
Bastantes polideportivos municipales de Gipuzkoa también cuentan con pistas de squash.
Para jugar squash hay dos elementos indispensables: La raqueta y la pelota. Existen 5 tipos de pelota dependiendo del nivel de las jugadoras. La azul la que más rebota es para principiantes y la de 2 puntos amarillo para las jugadoras más avanzadas. Además, es conveniente utilizar unas zapatillas adecuadas y gafas protectoras para evitar lesiones.
Las zapatillas de squash cuentan con suela especialmente diseñada para jugar sobre superficies muy deslizantes y evitar así los resbalones. También tienen mayor amortiguación que las zapatillas de otros deportes y sistemas que permiten cambiar de dirección y velocidad de juego sin riesgo para las articulaciones, especialmente tobillos y rodillas.
La mayoría de los clubes y centros tienen raquetas y pelotas disponibles para alquilar.